El ajoblanco es una sopa fría tradicional de la gastronomía española muy popular en la región de Andalucía. Se suele preparar, especialmente, en días de verano. En este artículo, conocerás su historia y los ingredientes y procesos de elaboración que la hacen tan refrescante y deliciosa.
Ingredientes para preparar ajo blanco
Como su nombre lo indica, el ingrediente clave de esta sopa es el ajo blanco, el cual, combinado con las almendras, delatan su origen árabe. La incorporación de ingredientes como las uvas, el melón y el pepino a la receta busca darle un toque refrescante a la sopa, sin duda, ¡una gran idea!
- 200 gramos de almendras crudas
- 2 dientes de ajo
- 100 gramos de miga de pan blanco (preferiblemente sin corteza)
- 60 ml de aceite de oliva virgen extra
- 30 ml de vinagre de vino blanco
- 500 ml de agua fría
- Sal al gusto
- Uvas, melón o pepino (opcional, para decorar)
Preparación del ajoblanco, paso a paso
Sigue estos pasos para preparar un delicioso ajoblanco:
- Remoja las almendras en agua caliente durante 15-20 minutos para ablandarlas. Luego, retírales la piel frotándolas entre tus dedos. Si deseas un proceso más rápido, puedes usar almendras peladas.
- En el vaso de una batidora o procesadora de alimentos, agrega las almendras peladas, los dientes de ajo pelados, la miga de pan, el aceite de oliva y el vinagre. Luego, tritura todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Mientras se bate, agrega el agua fría poco a poco a la mezcla hasta que quede con una textura cremosa. Si prefieres una consistencia más espesa, reduce la cantidad de agua.
- Una vez que hayas obtenido la consistencia deseada, sazona el ajoblanco con sal al gusto y mezcla nuevamente.
- Transfiere el ajoblanco a un recipiente hermético y refrigera durante al menos 2 horas para que se enfríe y los sabores se mezclen.
- A la hora de servir, decora el ajoblanco con uvas cortadas por la mitad, trozos de melón o rodajas de pepino para agregar un toque fresco y colorido.
Datos importantes:
El ajoblanco se sirve siempre frío, como entrante o como plato principal ligero durante los meses más calurosos.
Origen del ajoblanco
Conocido también como «Gazpacho blanco» [1], el ajoblanco tiene una larga historia que se remonta a la época medieval en Andalucía, cuando la región estaba bajo el dominio árabe. Su origen se atribuye a la influencia de la cocina árabe, que introdujo ingredientes y técnicas culinarias nuevas en la Península Ibérica. Se dice que el ajoblanco era considerado un plato de los campesinos y trabajadores, ya que los ingredientes principales eran económicos y fácilmente disponibles.
Hoy en día, el ajoblanco es un ícono tradicional de la cocina andaluza, apreciada por su simplicidad y agradable sabor típico de la cocina mediterránea e ideal en cualquier momento. Anímate a prepararla y, por favor, déjanos saber qué te ha parecido.
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Referencias bibliográficas:
Charbonnier, C. (2020). Diccionario de términos culinarios Español – Francés/Francés-Español. dehesa.unex.es. https://dehesa.unex.es/handle/10662/10712